El edificio es moderno pero el ascensor, como el portero, tiene aspecto de antiguo: a la cabina se accede mediante dos puertas, una que da al rellano y que es la primera que debe abrirse para pasar el interior, y otra corrediza, como una reja, que debe abrirse a continuación. Entonces uno, ya desde dentro, las cierra en el mismo orden: primero la exterior y después la interior. Luego ya aprieta el botón y se va al bajo, o al quinto, o a la altura que desee. Para salir se hace al revés: se abre primero la de dentro y después la de fuera. Si no, puede sucederte que te quedes ahí eternamente.
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