La diferencia entre la derecha y la izquierda está, teóricamente, en que éstos apoyan más a los más pobres y aquellos más a los más ricos. Durante los años en que éramos ricos, más o menos la política del PSOE y del PP estaban centradas en torno a un punto medio, de manera que no se notaban tendencias claras ni hacia un lado ni hacia el otro.
Ahora, con la pasta volatilizada y en manos de no sé quién, se ve, efectivamente, la madera auténtica de un gobierno de derechas: subida de tasas universitarias, pago de medicamentos por parte de pensionistas, pago del transporte sanitario, subida de las pensiones por debajo del IPC, recortes en sanidad y educación, etc., etc., etc, etc.
El PSOE también hizo política de derechas: congelación de pensiones, subida del IVA (que grava a todos por igual, independientemente de su renta) en vez del IRPF, supresión del impuesto de patrimonio, más otras medidas que favorecen a las empresas más ricas, principalmente bancos (que ya he citado en este blog alguna vez y que no repito por no aburrirme a mí mismo). Algo tuvo de izquierdas, como la Ley de Dependencia.
Así, si pudiéramos representar las ideologías con círculos sobre una línea recta que una la extrema izquierda con la extrema derecha, mi opinión es que los dos grandes partidos, en este momento (y a partir de observaciones empíricas de sus respectivas formas de actuar), quedarían ubicados más o menos como en la figura siguiente: el PP, desde luego, a la derecha del centro político teórico; el PSOE con un trocito a la izquierda, pero con su ideología escorada mayormente hacia la derecha.
Ahora, con la pasta volatilizada y en manos de no sé quién, se ve, efectivamente, la madera auténtica de un gobierno de derechas: subida de tasas universitarias, pago de medicamentos por parte de pensionistas, pago del transporte sanitario, subida de las pensiones por debajo del IPC, recortes en sanidad y educación, etc., etc., etc, etc.
El PSOE también hizo política de derechas: congelación de pensiones, subida del IVA (que grava a todos por igual, independientemente de su renta) en vez del IRPF, supresión del impuesto de patrimonio, más otras medidas que favorecen a las empresas más ricas, principalmente bancos (que ya he citado en este blog alguna vez y que no repito por no aburrirme a mí mismo). Algo tuvo de izquierdas, como la Ley de Dependencia.
Así, si pudiéramos representar las ideologías con círculos sobre una línea recta que una la extrema izquierda con la extrema derecha, mi opinión es que los dos grandes partidos, en este momento (y a partir de observaciones empíricas de sus respectivas formas de actuar), quedarían ubicados más o menos como en la figura siguiente: el PP, desde luego, a la derecha del centro político teórico; el PSOE con un trocito a la izquierda, pero con su ideología escorada mayormente hacia la derecha.