Creo que, dependiendo de con qué permutación de sí mismos se reúnan para tocar, le asignan un nombre al grupo.
Si observamos por separado a cada músico de una banda de jazz y bajamos el volumen de los mismos* (como dicen en el Ave que tenemos que hacer con el de los teléfonos móviles), veremos a personas distintas que, en apariencia, va cada una a su rollo sin sincronización, tan absorbidas están todas en sus submundos de notas y ritmos: cada uno baja y sube el pie con cadencia diferente según su partitura o su instrumento, juntan o separan sus labios de acuerdo a las notas que van tocando, sonríen para sí mismos o se ponen serios, apenas se hacen guiños entre ellos.
Qué placer es ver tocar tan de cerca. Dejo aquí la interpretación que hicieron de How high the moon, de Nancy Hamilton y Morgan Lewis.
(*) Al hilo del uso del término "mismo" o "misma", copio y pego una entrada del Diccionario Panhispánico de Dudas: A pesar de su extensión en el lenguaje administrativo y periodístico, es innecesario y desaconsejable el empleo de mismo como mero elemento anafórico, esto es, como elemento vacío de sentido cuya única función es recuperar otro elemento del discurso ya mencionado; en estos casos, siempre puede sustituirse mismo por otros elementos más propiamente anafóricos, como los demostrativos, los posesivos o los pronombres personales; así, en «Criticó al término de la asamblea las irregularidades que se habían producido durante el desarrollo de la misma» (País [Esp.] 1.6.85), pudo haberse dicho durante el desarrollo de esta o durante su desarrollo.
En el Ave, deberían decir su volumen, pues ya se entiende que se refieren a los teléfonos móviles de los que acaban de hablar. Antiguamente también decían que En breves minutos llegaremos a Ciudad Real, en donde haremos una breve parada: la parada puede ser breve (1. adj. De corta extensión o duración, según la RAE, pero los minutos no, pues duran siempre 60 segundos.
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