Una foto aleatoria

Una foto aleatoria


(Foto de )

Una frase aleatoria

(Cita de )

martes, 30 de noviembre de 2010

Galyna Kolotnytska


Qué bueno. Entre los papeles secretos que han sacado los de Wikileaks, se habla de una tal Galyna Kolotnytska que parece ser que es la enfermera ucraniana que acompaña personalmente al presidente Libio Muammar al-Gadafi.

Según cuenta un bloguero, ayer subió tres posts a su blog para hablar de esos papeles secretos, y su número de visitas aumentó espectacularmente. El autor se pregunta si tal incremento se debe al interés de los internautas respecto de:
(1) Las intenciones de los EE.UU. respecto de Irán.
(2) Las intenciones de los EE.UU. respecto de Corea del Norte.
(3) La opinión que tienen los EE.UU. de Gordon Brown.

Bien, pues no es así: el 90% de las visitas provienen de la búsqueda de los términos "Voluptuous Ukrainian Nurse" Galyna Kolotnytska (voluptuosa enfermera ucraniana Galyna Kolotnytska).

Como carezco de imágenes suyas, vuelvo a poner aquí la de Maria Grazia Cuccinota, que ya quisiera Gadafi como acompañante para sus vuelos y su haima.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Eric Cantona y los bancos

Eric Cantona es un ex futbolista francés de 46 años que, entre otros equipos, jugó en el Olympique de Marsella y en el Manchester United. Se retiró en 1997 y, desde entonces, ha estado en la selección francesa de fútbol-playa como jugador y como entrenador (fue campeón del mundo en 2005), y ha aparecido en algunas películas.

Hace unas semanas, Cantona ha propuesto que la ciudadanía se rebele contra los principales motores del capitalismo, o que se dé un toque de atención, sin violencia y de manera pacífica: que cada persona acuda el 7 de diciembre a los bancos y retire de ellos todo su dinero. La idea de Cantona ha tenido mucho eco a través de redes sociales y páginas web, y miles de personas en todo el mundo parecen estar dispuestas a realizar esa acción. La British Bankers’ Association (Asociación de Banqueros Británicos) ha advertido de que «Una campaña de masas contra los bancos podría ocasionar una catástrofe del sistema» y que, en caso de que tuviera un seguimiento masivo, podría ocasionar una gravísima crisis financiera.

Juan Torres, por otro lado, es un catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, que ha sido entrevistado recientemente por el periódico digital rebelión.org. El periodista le pregunta su opinión acerca de la acción propuesta por Cantona y, en ella, descubro que los bancos tienen la obligación de disponer en efectivo de algo más del 2% de todo el dinero que tienen depositado (a este porcentaje se lo llama reserva fraccionaria o coeficiente de caja). El 98% restante lo utiliza para invertir. Extrañado por que se permita que los bancos mantengan un porcentaje tan bajísimo de liquidez, navego por Internet y lo confirmo y, además, me encuentro en la Wikipedia con un significativo ejemplo que ilustra lo que se llama el efecto multiplicador del dinero que, según entiendo, permite a los bancos enriquecerse y a los países creerse que son más ricos de lo que realmente son: ese 98% lo presta el banco a un ciudadano, que lo gasta en la adquisición de un bien y va a parar al mismo o a otro banco, que conserva a su vez otro 2% en caja y vuelve a prestar el resto. Según leo en finanzas.com, el banco ING Direct, por ejemplo, tiene 16.000 millones de euros en depósitos de sus clientes, pero si mantiene en sus cajas el mínimo exigido, es posible que no tenga más de 320 millones en billetes: si toda su clientela realizara el día 7 una llamada al teléfono naranja para retirar su dinero, no sólo su centralita se colapsaría, sino también probablemente el propio banco.

Otras fuente de inversión que tienen los bancos es la compra de deuda pública: el Estado, para financiarse, ofrece bonos, letras y pagarés con los que obtener liquidez que va devolviendo poco a poco con algunos intereses. Al parecer, la banca tiene en su poder 130.000 millones de euros de deuda pública, con lo que el Estado es uno de sus grandes deudores. Luego, cuando esos mismos bancos o cajas se encuentran con problemas, echan mano del mismo Papá Estado que les adeuda dinero.

La otra noche, en el último concierto que dio el grupo The Tumbonas en el pub irlandés Deicy Reilly’s me encontré a un viejo amigo arquitecto técnico:

—¿Y la crisis, te afecta mucho?

—No —me dijo—, nos están salvando las muchísimas tasaciones que estamos haciendo por la gente a la que se le embarga la casa por no poder pagar la hipoteca.

La vivienda pasa a ser propiedad del banco cuando uno deja de pagar las letras. Como, además, la misma vivienda ha perdido valor durante estos años (en muchos casos, además, el tasador la sobrevaloró en su día, en connivencia con el banco y con el comprador), el deudor no sólo se queda sin casa, sino que además debe abonar al banco la diferencia entre el importe por el que se le tasa la vivienda y el importe de la hipoteca pendiente: si una casa valía 100.000 euros, ahora vale 80.000 y se deben 90.000 al banco, el impagador se queda sin casa y con una deuda nueva de 10.000 euros.

En estos tiempos de tan dura crisis el BBVA, por ejemplo, ganó 2.527 millones de euros en la primera mitad de este año: pobrecicos, ay, que sus ganancias cayeron casi un 10%. Emilio Botín, presidente del Santander, espera que su banco gane este año 2010 en torno a 8.900 millones de euros: casi 1,5 billones de pesetas.

Con estas cifras y estas formas de actuar, el oficio de banquero (no el de empleado de banca, sino el de banquero) resulta, desde luego, de lo más antipático, y dan ganas de unirse a la acción que propone Cantona. Es muy posible, sin embargo, que un número muy importante de personas no tenga ya nada que retirar a esas alturas de diciembre: el fin de mes llega muy pronto para mucha gente.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Dejar de fumar

En los paquetes de tabaco que venden en Brasil se informa, en un costado, de que cada cigarrillo contiene más de 4700 substancias tóxicas, entre ellas nicotina, que crea adicción. En la parte trasera de la cajetilla (digo «trasera» porque se tiende a poner la cajetilla boca abajo para no mirarla) aparece un fotomontaje de, por ejemplo, un hombre muerto con una calavera a su lado. La composición puede resultar un tanto artificial, por lo que no siempre ha de causar el efecto disuasorio que pretende. En otros países, los paquetes de cigarrillos tienen en ambas caras fotografías reales de pulmones ennegrecidos y machacados, dientes sucios y encías podridas, o de pacientes terminales cuya visión, por tan auténtica y cruda, el fumador prefiere evitar, y entonces compra unas fundas en las que guarda las cajetillas para esconder las fotos, o usa unas pitilleras en las que guarda sueltos los cigarrillos. [Al poco de comenzar a insertarse en los tabacos españoles las advertencias actuales, con forma de esquela, me contaron un chiste: como en Cataluña esos avisos no habían conseguido que la gente dejase el tabaco, la Generalitat había sustituido los mensajes habituales por este otro: «Fumar costa diners»].
Asistir a una conversación con dos o tres cajetillas de tabaco encima de la mesa, con sus correspondientes imágenes de carne o vísceras en mal estado es sumamente desagradable. Sucede, además, que cada vez es más difícil que se den situaciones de este tipo: primero porque se fuma cada vez menos; segundo, porque se reduce el número de lugares públicos en los que poder hacerlo. Y esto está bien porque no gusta, ni siquiera a los fumadores, salir de un bar o cafetería con la ropa impregnada de pestuzo a humo de tabaco, directamente lista para dejarla en el cesto de la ropa sucia.
Hubo en España un Real Decreto, el 192/88, que prohibía fumar en determinados lugares, como el interior de los edificios públicos. Recuerdo ir al edificio de Hacienda de Ciudad Real a hacer algún trámite: clavados en una columna había un cartel con el calendario del contribuyente y, bajo éste, una señal de prohibido fumar y el número del real decreto. El funcionario que te atendía, cuyo mostrador lindaba con esa columna, lo hacía con el cigarro en la boca o en la mano o con él humeando en el cenicero; otros compañeros suyos hacían lo mismo en otros mostradores o en otras mesas.
No fue hasta ese 1 de enero de hace pocos años cuando la gente comenzó a tomarse en serio la prohibición. A partir de ese momento, las puertas de los centros de trabajo, hospitales, etcétera, comenzaron a ser frecuentados por fumadores en grupo o solitarios.

Es indiscutible el enorme perjuicio físico que causa fumar: hay que quitarse. Pero también es verdad que fumar a solas, en la calle, sin estar delante del ordenador o del instrumento de trabajo que se utilice, le da al individuo la posibilidad de recogerse unos minutos consigo mismo, de reflexionar sobre sí mismo, de hacer sus planes, de contemplar la calle fría de este noviembre, de mirar a la gente pasar con sus paraguas mientras uno se moja, de observar cómo sale de la boca el vaho liviano entre el humo de cada dos caladas del cigarro.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Democracia Vaticana

Hoy viernes día 5 de noviembre, cuando escribo estas líneas, ignoro si el presidente Zapatero asistirá a la misa que el Papa oficiará en la Sagrada Familia de Barcelona el domingo día 7. Leo en algún periódico que la presidenta del Partido Popular en Aragón, Luisa Fernanda Rudi, opina que el presidente tiene la obligación de acudir a dicho acto religioso aunque no participe en él ya que se trata de la visita oficial de un Jefe de Estado. Supongo que Zapatero ha debido de anunciar que no asistirá, porque Rudi le afea sus intenciones diciendo que «hace gala de su agnosticismo», alude a su «trasnochado laicismo» y afirma que no asistir a la misa supone una «falta total y absoluta de respeto a las creencias de los demás».

El oficio religioso de la misa no es más que eso, una eucaristía supongo que más larga de lo normal en la que participarán muchos sacerdotes, y en la que tendrá lugar la habitual transmutación del pan y el vino en carne y sangre, núcleo principal de cualquier misa. Si el Presidente, que también es un ciudadano, no es creyente y no cree por tanto que esa conversión milagrosa se produzca, es completamente libre de asistir o no asistir al oficio.

Otra cosa es que cortésmente lo reciba y lo invite a un almuerzo, y que al comienzo de éste guarde un respetuoso silencio mientra Ratzinger bendice los alimentos que va a tomar. Luego, durante la comida, evitarán hablar (para qué, si no se van a poner de acuerdo y podría suceder que los alimentos se les atragantasen) sobre esos asuntos en los que, como políticos, no coinciden y tienen planteamientos tan contrarios: sexualidad, aborto, matrimonio homosexual, obtención de células madrea a partir de embriones o inseminación artificial.

El Papa es, en efecto, el Jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano que, según su web oficial, tiene una población de unas 800 personas, 450 de las cuales son ciudadanos de ese Estado. Es curioso navegar por su sitio de Internet: uno se entera de que ellos mismos declaran que su forma de gobierno es la «monarquía absoluta» (como las de Luis XI en Francia y la de los Reyes Católicos en España, durante el sigo XV, o la de Enrique VIII en Inglaterra en el siglo XVI); de que la soberanía del Estado (el “poder absoluto y perpetuo”) reside en el Papa (en España reside en el Pueblo, del que emanan los poderes del Estado según la Constitución); de que el Papa asume los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) que desde el sigo XVIII se encuentran más o menos separados en los países modernos. La forma de elección de este Jefe de Estado no es democrática, pues quienes votan para elegirlo son los cardenales de un reducido cónclave que, eso sí, es muy probable que estén imbuidos de la buena intención del Espíritu Santo si es que han sido escuchados por éste: el artículo 50 de la «Constitución Apostólica sobre la elección del Romano Pontífice» dice que, antes de votar, «los Cardenales electores irán en hábito coral en solemne procesión, invocando con el canto del Veni Creator la asistencia del Espíritu Santo, a la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico, lugar y sede del desarrollo de la elección».

Igual que de nuestra democracia algo podría aprender el Estado Vaticano, quizá nosotros, como ciudadanos, podríamos fijarnos en algo de su forma de gobierno para que, cuando haya elecciones, acudamos a votar en procesión solemne vestidos con hábito coral, cantando el Veni Creator: igual el Espíritu Santo se viene y nos inspira y nos ayuda a decantarnos por el mejor o el menos malo de los gobernantes.


lunes, 1 de noviembre de 2010

Donativos para ayuda militar

Como se recordará, hace sólo unos meses se registraron en Pakistán unas lluvias torrenciales intensísimas que produjeron unas terribles inundaciones, con miles de muertos y veinte millones (como la mitad de España) de damnificados. Las imágenes de la catástrofe eran espeluznantes: amplísimas extensiones de terreno cubiertas de agua, cuerpos flotando, casas destruidas, personas encaramadas a los árboles para no ser arrastradas por las corrientes, larguísimas filas de gente esperando a que les tocara el turno para recoger una botella de agua limpia, vehículos volcados, otros con su remolque rebosando de pasajeros, niños llorando porque se habían perdido de sus familiares…

A pesar de haber acontecido en mitad de las vacaciones, y a pesar de la crisis (o quizás por la conjunción de ambas causas: la gente no estaba de vacaciones gracias a la crisis, y entonces veía los telediarios y escuchaba la radio), los ciudadanos se volcaron, como es habitual, con donativos desinteresados a organizaciones no gubernamentales que se desplazaron allí a trabajar sobre el terreno. El ciudadano, solidario, renuncia a disfrutar de una parte pequeña de su dinero y lo entrega a quien piensa que mejor lo va administrar: a Unicef, a Médicos sin fronteras, a Intermón, a quien sea. El beneficio que el ciudadano espera sacar de su aportación no es más que la pequeña satisfacción que le supone saber que, con los muchos o pocos euros que ha entregado, quizá pueda reconstruirse parte de una escuela, llevar medicinas a un hospital o contribuir a la compra de una potabilizadora que evite morir a uno de los 3,5 millones de niños con riesgo de contraer alguna enfermedad por el agua contaminada.

Esto sucedió en agosto. El otro día, el veintidós de octubre, todavía vi en una marquesina de autobús un cartel de Unicef con las frases «Pakistán te necesita. Haz tu donativo ahora». El veintitrés, en El País, una noticia se arrancaba anunciando que «Estados Unidos destinará 1.500 millones de euros en ayuda militar a Pakistán». Lo jodido y lo sorprendente es que el gobierno paquistaní esté dispuesto a darle ese destino a esa ingente cantidad de dinero, cuando un 12% de su población se ha quedado sin nada.

El ciudadano renuncia desinteresadamente a la cantidad que decida donar: el Banco Mundial, sin embargo, «prestará» 900 millones de dólares a Pakistán.